jueves, 25 de octubre de 2018

CAPÍTULO 17: ¡POR LA CONFIRMACIÓN SOY TESTIGO DE JESÚS!






¡POR LA CONFIRMACIÓN SOY TESTIGO DE JESÚS!



Canto

Nuestra Vida
Siempre ha habido en la Iglesia personas valientes que han dado su vida por Cristo. En los primeros tiempos de la Iglesia, hubo miles de mártires. "Mártir", quiere decir "testigo". He aquí la breve historia de uno de ellos.
San Ignacio, obispo de Antioquía, es uno de los santos más importantes de los primeros años de la Iglesia. Entrego su vida en el martirio, dando así testimonio de su fe en Jesucristo.
Antioquía era entonces una de las tres ciudades más importantes del Imperio Romano. En esta ciudad, Ignacio ejerció su ministerio de Pastor con sabiduría y celo apostólico. Por confesar su fe y adhesión a Jesucristo, fue condenado a muerte. Para ejecutar esta sentencia, fue tomado prisionero y conducido a Roma; allí, en el coliseo romano, y frente a una multitud enardecida, Ignacio tenía que ser devorado por los leones.
Durante su largo viaje como prisionero, escribió cartas llenas de amor y de fe y exhortaba a sus discípulos a mantenerse firmes en la fe y a superar con alegría las tribulaciones de la persecución. En la carta a los romanos les decía: "Si en verdad me aman, no interpongan sus buenos oficios para impedir esta sentencia. Quiero ser trigo molido en las fauces de los leones; y todo, por amor a Cristo".
  • ¿Quién era San Ignacio de Antioquía?
  • ¿Qué te ha gustado de este relato?
  • ¿A quién se llama mártir en la Iglesia?
  • ¿Conoces personas que, de alguna manera, se parecen a los mártires?
Dios nos habla
Para leer y comprender. He 5, 17-18. 27-33.41-42
  • ¿Por qué los apóstoles fueron encarcelados y perseguidos?
  • ¿Qué les habían prohibido las autoridades?
  • ¿No hubiera sido mejor que los apóstoles se callaran?
  • ¿Por qué los apóstoles no podían callar?
  • ¿Por qué los apóstoles se mostraban tan decididos, tan firmes y tan valientes?

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